Cómo preparar una deliciosa mermelada de albaricoque
Las mermeladas caseras además de ricas son muy útiles para hacer otros postres e incluso para acompañar platos salados. La mermelada de albaricoque es una de mis preferidas. No es excesivamente dulce, incluso tiene un puntito ácido que me entusiasma.
Podemos disfrutar de esta mermelada casera de albaricoque en unas tostadas para desayunar o merendar ya que, la diferencia con las mermeladas comerciales es abismal.
Para hacer mermelada elegiremos los albaricoques que estén en su punto óptimo de maduración, ni muy maduros ni muy verdes. Tienen que tener una textura tersa pero un punto de madurez óptimo para su consumo. Si lavamos bien los albaricoques no es necesario quitarles la piel, además se desperdicia mucha fruta pelando los albaricoques y esta nos aporta fibra.
Ingredientes:
- 1 kg de albaricoques
- 400 g de azúcar blanca
- Zumo de ½ limón
Preparación:
- Comenzamos lavando muy bien 1 kg de albaricoques. Los abrimos por la mitad, les quitamos el hueso y los troceamos en dados.
- Cuando hayamos troceado todos los albaricoques, los ponemos en una cazuela.
- Añadimos a la cazuela con los albaricoques 400 g de azúcar blanca, el zumo de medio limón y la ponemos a fuego medio-bajo. Dejamos cocer los albaricoques durante unos 40 minutos. Para comprobar el punto de cocción de la mermelada, ponemos un poco de mermelada en un plato frío y pasamos el dedo por el medio, si el surco se mantiene es que la mermelada está en su punto. Si le faltara algo de cocción, continuamos cocinando la mermelada hasta conseguir el punto adecuado.
- Transcurrido el tiempo de cocción, rellenamos los tarros con la mermelada. Podemos servir la mermelada con pan o podemos utilizarla para hacer otros postres, como una tarta de manzana, un bizcocho, o la famosa tarta Sächer.
Fuente: Google